En una calle suburbana en algún lugar de Estados Unidos tres niñitos corren felices a abrazar a su papá quien, como evidencian su maletín ejecutivo y su atuendo, recién llega del trabajo. La emoción de los tres pequeños, dos varones y una hembra de entre 5 y 8 años, es única.
La escena se repite todos los días. De lunes a viernes. La tónica nunca cambia.
Los padres por lo general salen en las mañanas y regresan en las noches. Mi papá se iba en abril y volvía en octubre. Continue reading